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Porque todo, absolutamente todo,  arriba y abajo, visible e invisible... todo tuvo su comienzo en él y encuentra su propósito en él. Colosenses 1:16 

 

A menos que supongas que hay un Dios, la pregunta acerca del propósito de la vida es irrelevante.

Bertrand Russell, ateo.

  

No tiene nada que ver con usted.
 
El propósito de su vida es excesivamente mayor que su realización personal, que su
paz mental, e incluso que su felicidad. Es excesivamente mayor que su familia, que su profesión y que sus mayores sueños y ambiciones. Si quiere saber por qué fue puesto en este planeta, tiene que empezar con Dios. Usted nació debido a Su propósito y para Su propósito.
 
La búsqueda del propósito de la vida ha dejado perpleja a la gente por miles de años.
Esto es porque normalmente empezamos en el punto de partida equivocado: nosotros mismos. Nos hacemos preguntas egocéntricas como ¿Qué quiero ser yo? ¿Qué debería de hacer con mi vida? ¿Cuáles son mis metas, mis ambiciones, mis sueños para mi futuro? Pero enfocarnos en nosotros mismos nunca nos revelará el propósito de nuestras vidas. La Biblia dice, "Dios es el que dirige las vidas de sus criaturas; la vida de todos está en su poder." Contrario a lo que muchos libros, películas y seminarios populares le digan, no descubrirá el significado de su vida si lo busca dentro de usted mismo. Probablemente ya ha probado eso. Usted no se creó a sí mismo, ¡consecuentemente no hay manera que usted pueda decirse para qué fue creado! Si le diera un invento que nunca ha visto, no sabría su propósito,

 

 
y el invento mismo sería incapaz de decírselo. Sólo su creador o el manual de instrucciones podrían revelarle su propósito.
 
Una vez me perdí en las montañas. Cuando me detuve para pedir direcciones al campamento, me dijeron: "No puede llegar allí desde aquí. ¡Tiene que empezar del otro lado de la montaña!" De la misma manera, no puede concluir cuál es el propósito de su vida comenzando con un enfoque en usted. Tiene que empezar con Dios, su Creador. Usted existe solamente porque Dios desea que exista. Usted fue hecho por Dios y para Dios. Y hasta que entienda esto, la vida nunca tendrá sentido. Es solamente en Dios que descubrimos nuestro origen, nuestra identidad, nuestro significado, nuestro propósito, nuestra importancia, y nuestro destino. Cualquier otro camino nos llevará a un callejón sin salida.
 
Muchas personas tratan de usar a Dios para lograr su propia autorrealización, pero
eso es poner la naturaleza al revés y está destinado al fracaso. Usted fue hecho para Dios, no viceversa, y la vida es acerca de permitir que Dios lo use a usted para Sus propósitos, no que usted lo use a Él para sus propósitos. La Biblia dice, "La obsesión con uno mismo en estas cuestiones es un callejón sin salida; ponerle atención a Dios nos guía a un campo abierto, a una vida espaciosa y libre." 2
 
He leído muchos libros que sugieren maneras de descubrir el propósito de la vida.
Todos podrían ser clasificados como libros de "autoayuda" porque hablan del tema desde un punto de vista egocéntrico. Libros de autoayuda, incluyendo los cristianos, generalmente ofrecen los mismos pasos predecibles para encontrar el propósito de la vida: Considere sus sueños. Clarifique sus valores. Fije algunas metas. Dése cuenta a qué es bueno. Trate de lograr grandes cosas. ¡Empiece! Sea disciplinado. Confíe en que puede lograr sus metas.  Envuelva a otros. Nunca se dé por vencido.
 
En efecto, estas recomendaciones muchas veces producen un gran éxito. Usted puede generalmente tener éxito en realizar una meta si se propone hacerlo. ¡Pero ser exitoso y cumplir el propósito de su vida no son la misma cosa en lo absoluto! Usted puede lograr todas sus metas personales, tener un éxito rotundo de acuerdo a los criterios del mundo, y, aún así, no encontrar los propósitos para los cuales Dios lo creó. Necesita más que consejos de autoayuda. La Biblia dice, "La autoayuda no es ayuda del todo. El auto sacrificio es el camino, mi camino, a descubrirte a ti mismo, tu verdadero yo." 3
 
Este no es un libro de autoayuda. Este libro no es acerca de cómo encontrar la carrera perfecta, ni de cómo lograr sus sueños, o de cómo planificar su vida. No es acerca de cómo meterle más actividades a una agenda ya sobrecargada. Al contrario, le enseñará cómo hacer menos en la vida, enfocándolo en lo que más importa. Es acerca de llegar a ser lo que Dios lo creó que fuera. ¿Cómo, entonces, descubre el propósito para el que fue creado? Sólo tiene dos opciones. Su primera opción es la especulación. Esto es lo que la mayoría de los individuos escogen.
 
Se hacen sus conjeturas, se hacen sus suposiciones, se hacen sus teorías. Cuando una persona dice, "Siempre he creído que la vida es...," lo que quiere decir es, "Esto es lo mejor que puedo adivinar."
 
Por miles de años, brillantes filósofos han discutido y especulado acerca del significado de la vida. La filosofía es una materia importante y tiene sus usos, pero cuando se trata de determinar el propósito de la vida, aún los filósofos más sabios sólo están adivinando.
 
El doctor Hugh Moorehead, un profesor de filosofía de Norhteastern Illinois University, una vez le escribió a los filósofos, los científicos, los intelectuales y los escritores más famosos del mundo preguntándoles, "¿Cuál es el significado de la vida?" Y después publicó sus respuestas en un libro. Algunos ofrecieron lo mejor que podían adivinar, otros admitieron que se inventaron un propósito para sus vidas, y otros fueron lo suficientemente sinceros como para admitir que no tenían idea. De hecho, unos cuantos de estos famosos intelectuales le pidieron al doctor Moorehead que les escribiera y les dijera ¡si él había descubierto el propósito de la vida! 4
 
 
Dichosamente, existe una alternativa a la especulación sobre el significado y el propósito de la vida. Es la revelación. Podemos descubrir lo que Dios ha revelado acerca de la vida en su Palabra. La manera más fácil de descubrir el propósito de un invento es preguntarle a su creador. Lo mismo es verdad para descubrir el propósito de su vida: pregúntele a Dios. Dios no nos ha dejado en la oscuridad para que andemos con dudas y en incertidumbre. El ha revelado claramente sus cinco propósitos para nuestras vidas a través de la Biblia.
 
La Biblia es nuestro Manual de Instrucciones: explica por qué estamos vivos, cómo funciona la vida, qué evitar y qué esperar del futuro. La Biblia explica lo que ningún libro de autoayuda o de filosofía podría saber. La Biblia dice, "La sabiduría de Dios... entra profundo en lo interior de Sus propósitos... no es el mensaje más nuevo sino que es más parecida al mensaje viejo – lo que Dios determinó como el camino para manifestar lo mejor de él en nosotros." 5
Dios no sólo le ha dado comienzo a su vida; El es la fuente de su vida. Para descubrir su propósito en la vida, tiene que dirigirse a la Palabra de Dios, no a la sabiduría del mundo.
 
Tiene que edificar su vida sobre verdades eternas, no en la sicología popular, o en información que lo motive a tener éxito o en historias inspiradoras. La Biblia dice, "Es en Cristo que descubrimos quiénes somos y para qué vivimos. Mucho antes que oyéramos de Cristo por primera vez y empezáramos a tener esperanza, él tenía sus ojos puestos en nosotros, tenía planes para nosotros para que viviéramos gloriosamente, lo cual es parte del propósito general que él está trabajando en todo y en todos." 6 Este versículo nos da tres verdades acerca del propósito de su vida.
 
1.      Usted descubre su identidad y su propósito a través de una relación con Jesucristo. Si no tiene una, más adelante le explicaré cómo empezar una.
 
2. Dios estaba pensando en usted muchísimo antes de que a usted se le ocurriera pensar en Él. El propósito de Dios para su vida precede su concepción. ¡Él planeó su propósito antes de que usted existiera y sin sus sugerencias! Usted puede esco-ger su carrera, su cónyuge, sus pasatiempos y muchas otras partes de su vida pero
no tiene la escogencia de decidir su propósito.
 
3. El propósito de su vida cabe en un propósito cósmico más amplio que Dios ha di-
señado para el resto de la eternidad. De esto se trata este libro.
 
 
Andrei Bitov, un novelista ruso, creció bajo un régimen comunista ateo. Pero Dios captó su atención en un día sombrío. El recuerda: "Cuando tenía veintisiete años, mientras viajaba en el metro de Leningrado (ahora San Petersburgo) fui abrumado por una desesperación tan grande que la vida me pareció como que se detuvo instantáneamente, quitándole todo su futuro y con ello su significado. Repentinamente, una frase apareció por sí sola: Sin Dios la vida no tiene sentido. Repitiéndola en asombro, ascendí la frase como una escalera automática, me salí del metro y entré en la luz de Dios." 7
 
Quizá se haya sentido en la oscuridad acerca de su propósito en la vida. Lo felicito, usted está a punto de entrar en la luz.
 
 
 
 
Día Uno
Pensando En Mi Propósito
 
Un Punto Para Reflexionar: No tiene nada que ver conmigo.
 
Un Versículo Para Recordar: "Todo tuvo su comienzo en él y encuentra su propósito en él." Colosenses 1:16b
 
Una Pregunta Para Considerar: Con toda la publicidad a mi alrededor, ¿cómo puedo recordarme que la vida es en realidad acerca de vivir para Dios y no para mí mismo? 



¿Qué Está Conduciendo Su Vida?

 CAPITULO 3
He observado que lo que conduce a muchos a lograr el éxito
es la fuerza impulsadora de la envidia y los celos.
Eclesiastés 4:4(LB)
 
 
Un hombre sin propósito es como una barca sin timón
 un soplo, un nadie, no es un hombre.
Thomas Carlyle
 


La vida de cada uno de nosotros es conducida por algo.
 
La mayoría de los diccionarios definen el verbo conducir como "guiar, controlar, dirigir." Cuando conduce un auto, o una orquesta o una investigación usted está guiando, controlando y dirigiendo eso en ese momento. ¿Cuál es la fuerza que conduce su vida?
 
Puede que en este momento lo esté conduciendo un problema, una presión o una fecha tope. Puede que lo esté conduciendo una memoria dolorosa, un miedo espantador o una creencia inconsciente. Hay cientos de circunstancias, valores y emociones que pueden conducir su vida. Aquí tiene cinco de las fuerzas más comunes:
 
Muchas personas son conducidas por la culpa. Se pasan toda su vida huyendo de sus  remordimientos y escondiendo su vergüenza. Las personas conducidas por la culpabilidad son manipuladas por sus memorias. Permiten que su pasado controle su futuro. Muy a menudo inconscientemente se castigan a sí mismas al sabotear su propio éxito. Cuando Caín pecó, su culpa lo desconectó de la presencia de Dios y Dios le dijo, "Serás un inquieto vagabundo sobre la tierra." 1 Esto describe a la mayoría de la gente de hoy – vagabundean por la vida sin un propósito.
 
Somos productos de nuestro pasado, pero no tenemos que ser sus prisioneros. El propósito de Dios no es limitado por su pasado. El transformó a un asesino llamado Moisés en un líder y a un cobarde llamado Gedeón en un valiente héroe, y El también puede hacer cosas maravillosas con el resto de su vida. Dios se especializa en darles a las personas un nuevo comienzo. La Biblia dice, "¡Qué felicidad la de aquellos cuya culpa ha sido perdonada!...
 
Qué alivio para aquellos que han confesado sus pecados y a los cuales Dios les ha limpiado su expediente." 2  Muchas personas son conducidas por el resentimiento y el enojo. Se aferran a sus heridas y nunca logran superarlas. En lugar de librarse del dolor que sienten por medio del perdón, lo repiten una y otra vez en sus imaginaciones. Algunas personas que son conducidas por el resentimiento se "cierran" e internalizan su enojo, mientras que otras se "inflan" y explotan cuando están con otros. Ambas reacciones son nocivas e inútiles. 
 
El resentimiento siempre lo daña a usted más que a la persona que resiente. Mientras que el que lo ofendió probablemente olvidó la ofensa y siguió con su vida, usted continúa ardiendo en su dolor, perpetuando el pasado.
 
Escuche: los que lo han herido en el pasado no pueden continuar hiriéndolo en el presente a menos que se aferre al dolor a través del resentimiento. ¡Su pasado ya pasó! Nada lo puede cambiar. Sólo se está haciendo daño a usted mismo con su amargura. Por su propio bien, aprenda de su herida y déjela ir. La Biblia dice, "Preocuparse hasta el extremo por el resentimiento es hacer algo tonto y sin sentido." 3
 
Muchas personas son conducidas por el temor. El temor puede haber sido el resultado de una experiencia traumática, de expectaciones irrazonables, de haber crecido en un  hogar de extremo control e incluso de una predisposición genética. No importa cuál haya sido la causa, las personas que son conducidas por el temor a menudo se pierden de grandes oportunidades porque sienten miedo de arriesgarse. Y en lugar de arriesgarse, siempre hacen lo seguro, evitan los riesgos y tratan de mantener el status quo.
 
El temor es una prisión en la que usted mismo se mete, que le impedirá llegar a ser lo que Dios tiene intenciones que sea. Tiene que moverse en contra del temor con las armas de la fe y el amor. La Biblia dice, "El amor bien formado hace desaparecer el temor. Como el temor es debilitante, una vida llena de temor – con miedo de la muerte, con miedo del juicio – es una vida que todavía no ha sido formada totalmente en amor." 4
 
Muchas personas son conducidas por el materialismo. El deseo de adquirir se convierte en la única meta de sus vidas. Esta fuerza que los conduce a siempre querer tener más y más, está basada en ideas erróneas que dicen que tener más me hará más feliz, más importante y más seguro; pero estas tres ideas son falsas. Las posesiones solamente proveen una felicidad temporal. Debido a que las cosas no cambian, eventualmente nos aburrimos de ellas y entonces queremos una versión mejor, mayor y más nueva.
 
También es un mito que si tengo más, seré más importante. Mi valor como persona y el valor de mis posesiones no son lo mismo. Su valor no está determinado por lo valioso que son sus posesiones, y Dios dice que las cosas más valiosas de la vida ¡no son cosas! 
 
El mito más común acerca del dinero es que al tenerlo más, estaré más seguro. No estará más seguro. La riqueza se puede perder instantáneamente por medio de una variedad de factores incontrolables. La verdadera seguridad solamente se puede encontrar en aquello que nunca se le puede quitar: su relación con Dios.
 
Muchas personas son conducidas por la necesidad de ser aprobadas. Permiten que  las expectaciones de sus padres o de sus cónyuges o de sus hijos o de sus maestros o de sus amigos controlen sus vidas. Muchos adultos todavía están tratando de ganarse la aprobación de padres que nunca podrán complacer. Otros se dejan conducir por la presión de sus amigos, siempre preocupados de lo que otros puedan pensar. Desgraciadamente, los que se dejan llevar por la multitud, se han perdido en ella.
 
No conozco todas las claves del éxito, pero una clave del fracaso es tratar de complacer a todo el mundo. Ser controlado por las opiniones de otros le garantiza de que no encontrará los propósitos de Dios para su vida. Jesús dijo, "Nadie puede servir a dos señores." 5
 
Existen otras fuerzas que pueden conducir su vida pero todas lo llevan al mismo callejón sin salida: a un potencial desperdiciado, a un estrés innecesario y a una vida insatisfecha.
 
Esta travesía de cuarenta días le enseñará cómo vivir una vida conducida por propósitos  una vida guiada, controlada y dirigida por los propósitos de Dios. No hay nada más importante que conocer los propósitos de Dios para su vida y no hay nada que pueda compensar el no saberlos – ni el éxito, ni la riqueza, ni la fama, ni el placer. Sin un propósito, su vida es un movimiento sin significado, una actividad sin dirección y unos eventos sin razón. Sin un propósito, su vida es trivial, insignificante y vacía.
 
 
 
Los Beneficios de Vivir Conducido por Propósitos
 
Existen cinco grandes beneficios de vivir una vida conducida por propósitos:
Conocer su propósito le da significado a su vida. Fuimos creados para tener significado. Por eso es que la gente trata de usar métodos inciertos como la astrología o a psíquicos para descubrirlo. Cuando su vida tiene significado, usted puede aguantar casi cualquier cosa; cuando no lo tiene, todo es insoportable.
 
Un joven en sus veintes escribió, "Me siento como un fracasado porque estoy tratando de ser algo y ni siquiera sé qué cosa es. Lo único que sé es cómo sobrevivir. Si algún día descubro mi propósito, me sentiré como que estoy empezando a vivir."
 
Sin Dios, la vida no tiene propósito; y sin propósito, la vida no tiene significado. Sin significado, la vida no tiene ni importancia ni esperanza. En la Biblia, muchas personas expresaron esta desesperanza. Isaías se quejó, "He trabajado sin lograr un propósito; he gastado mis fuerzas en vano y para nada." 6 Job dijo, "Mi vida se arrastra - día desesperanzado tras día desesperanzado" 7 y "Me rindo; estoy cansado de vivir. Déjenme solo. Mi vida no tiene sentido." 8   La mayor tragedia no es la muerte, sino una vida sin propósito.
 
La esperanza es tan esencial para su vida como el agua y el oxígeno. Necesita la esperanza para poder enfrentar la vida. El Dr. Bernie Siegel descubrió que él podía predecir cuál de sus pacientes con cáncer entraría en remisión con sólo preguntarles, "¿Quiere llegar a los cien años?" Aquellos que tenían un profundo sentido de propósito para sus vidas contestaban que sí y eran los que con más probabilidades sobrevivían. La esperanza viene de tener un propósito.
 
Si se ha sentido sin esperanza, ¡espérese! Cambios maravillosos ocurrirán en su vida cuando comience a vivirla con propósito. Dios dice, "Yo sé lo que estoy planeando para ustedes... 'Tengo buenos planes para ustedes, no son planes para hacerles daño. Les daré esperanza y un buen futuro.'" 9 Puede que sienta que se está enfrentando con una situación imposible, pero la Biblia dice, "Dios... es capaz de hacer mucho más de lo que jamás nos atreveríamos a pedir e incluso a soñar – infinitamente más allá de nuestras máximas oraciones, deseos, pensamientos o esperanzas." 10
 
Conocer su propósito simplifica su vida. Define qué es lo que va a hacer y qué es lo que no va a hacer. Su propósito se convierte en el criterio que usará para evaluar cuáles actividades son esenciales y cuáles no. Simplemente se pregunta, "¿Me ayudará esta actividad a realizar uno de los propósitos de Dios para mi vida o no?"
 
Sin un propósito claro no tiene un fundamento sobre el cual basar sus decisiones, dividir su tiempo y usar sus recursos. Tendrá la tendencia a tomar decisiones basadas en circunstancias, presiones y en su estado emocional en ese momento. Las personas que no conocen su propósito tratan de hacer demasiado – y eso causa estrés, fatiga y conflicto.
 
Es imposible hacer todo lo que la gente quiere que usted haga. Solamente tiene suficiente tiempo para hacer la voluntad de Dios. Si no puede acabar todo lo que tiene que hacer, entonces eso significa que está tratando de hacer más de lo que Dios determinó que hiciera (o que posiblemente está viendo mucha televisión). El vivir conducido por propósitos produce un estilo de vida más simple y un horario más sano. La Biblia dice, "Una vida pretenciosa y de alarde es una vida vacía; una  vida simple y sencilla es una vida llena." 11 También produce paz mental: "Tú, Señor, das paz perfecta a los que mantienen firme su propósito y ponen su fe en ti." 12
 
Conocer su propósito enfoca su vida. Concentra sus esfuerzos y su energía en lo importante. Se hace efectivo al ser selectivo.
 
Es la naturaleza humana distraernos con asuntos menores. Tratamos nuestras vidas como si fuera un juego trivial. Henry David Thoreau observó que la gente vive su vida con una "callada desesperación", pero hoy sería mejor decir que viven con una descarriada distracción. Muchas personas son como giroscopios, dan vueltas y vueltas a toda velocidad pero nunca llegan a ningún lado.
 
Sin un propósito claro, seguirá cambiando de dirección, de trabajo, de relaciones, de iglesia o de otras cosas externas – esperando que cada cambio resuelva su confusión o que le llene el vacío de su corazón. Usted piensa, Talvez esta vez será diferente, pero no resuelve su verdadero problema – su falta de enfoque y de propósito. La Biblia dice, "No vivan descuidadamente, sin pensar. Asegúrense de que entienden lo que el Señor quiere." 13
 
El poder del enfoque puede ser observado en la luz. La luz difusa tiene poco poder o impacto, pero puede concentrar su energía si la enfoca. Con una lupa, los rayos del sol pueden ser enfocados para prenderle fuego a hojas secas o a un pedazo de papel. Cuando la luz es enfocada mucho más, como ocurre con el rayo láser, puede cortar el acero.
 
No hay nada tan potente como una vida enfocada, una vida vivida con propósito. Los hombres y las mujeres que han hecho la mayor diferencia en la historia fueron los más enfocados. Por ejemplo, el apóstol Pablo, casi por su cuenta propagó el cristianismo en todo el imperio romano. Su secreto era vivir una vida enfocada. El dijo, "Estoy enfocando todas mis energías en una sola cosa: me olvido del pasado y miro anhelantemente a lo que está adelante." 14
 
Si quiere que su vida tenga impacto, ¡enfóquela! Deje de andar metiéndose en todo. Deje de tratar de hacerlo todo. Recorte incluso las buenas actividades y haga solamente lo que más importa. Nunca confunda la actividad con la productividad. Puede estar muy ocupado sin un propósito, ¿y eso para qué? Pablo dijo, "Mantengámonos enfocados en esa meta, esos de nosotros que queremos todo lo que Dios tiene para nosotros." 15
 
Conocer su propósito le da motivación a su vida. El propósito siempre produce pasión. Nada da tanta energía como tener un propósito claro. Por otro lado, la pasión se disipa cuando no tiene un propósito. Simplemente salirse de la cama se convierte en una tarea extraordinaria. Generalmente es el trabajo sin sentido, no su exceso, lo que nos cansa, nos consume las fuerzas y nos roba de nuestro gozo.
 
George Bernard Shaw escribió: "Este es el verdadero gozo de la vida: ser usado para un propósito, un propósito reconocido por usted como poderoso; ser una fuerza de la naturaleza, en lugar de ser un egoísta pedazo de barro con padecimientos y quejas, lamentándose porque el mundo no se dedica a hacerle feliz."
 
Conocer su propósito lo prepara para la eternidad. Muchas personas se pasan sus vidas tratando de crear un legado duradero aquí en la tierra. Quieren ser recordados cuando ya no estén aquí. Sin embargo, lo que más importará al final no será lo que otros dicen de su vida sino lo que Dios dice. Lo que la gente falla en darse cuenta es que todo logro es eventualmente excedido, todo record es roto, toda reputación se desvanece y todo homenaje es olvidado. Cuando James Dobson estudiaba en la universidad, su meta era llegar a ser el campeón de tenis de la universidad. Se sintió orgulloso cuando su trofeo fue prominentemente exhibido en la vitrina de trofeos de la universidad. Años más tarde alguien le mandó por correo ese trofeo. Lo habían encontrado en un bote de basura cuando la universidad fue remodelada. James dijo, "Sólo es cuestión de tiempo ¡y alguien hará basura todos tus trofeos!"
 
Vivir sólo para crear un legado terrenal es una meta miope. El uso más sabio de su tiempo es edificar un legado eterno. No fue puesto en la tierra para ser recordado. Fue puesto aquí para prepararse para la eternidad.
 
Un día estará frente a Dios y El hará una auditoría de su vida, un examen final, antes de que entre a la eternidad. La Biblia dice, "Recuerden, cada uno de nosotros comparecerá personalmente ante el tribunal de Dios... Sí, cada uno de nosotros tendrá que dar cuentas personalmente a Dios." 16 Dichosamente, Dios quiere que pase este examen, por eso es que nos ha dado las preguntas de por adelantado. De la Biblia podemos inferir que Dios nos hará dos preguntas cruciales:
 
Primero, "¿Qué hiciste con mi Hijo, Jesucristo?” Dios no le preguntará acerca de su pasado religioso o sus puntos de vista doctrinales. La única cosa que importará es ¿Aceptó lo que Jesús hizo por usted y aprendió a amarlo y a confiar en él? Jesús dijo, "Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre excepto a través de mí." 17
 
Segundo, "¿Qué hiciste con lo que te di?” ¿Qué hizo con su vida – todos los dones, los talentos, las oportunidades, la energía, las relaciones y los recursos que Dios le dio? ¿Los gastó en usted mismo o los usó para los propósitos que Dios tenía para usted?
 
Prepararlo para estas dos preguntas es la meta de este libro. La primera pregunta de terminará dónde pasará la eternidad. La segunda pregunta determinará qué es lo que hará en la eternidad. Cuando llegue al final de este libro estará listo para contestar ambas preguntas.
Día Tres
Pensando En Mi Propósito
  
Un Punto Para Reflexionar: Vivir con propósito es el sendero a la serenidad.
  
Un Versículo Para Recordar: "Tú, Señor, das paz perfecta a los que mantienen firme su propósito y ponen su fe en ti." Isaías 26 3 (TEV)
 
Una Pregunta Para Considerar: ¿Cuál dirían mis amigos y mi familia es la zuerza que está conduciendo mi vida? ¿Cuál quiero que sea?
 
 
 
 



 
Hecho Para Existir Para Siempre
 
 
CAPITULO 4

Dios ha... plantado la eternidad
en el corazón humano.
Eclesiastés 311 (NLT)
 
 
Ciertamente Dios no hubiera creado a un ser como el hombre
¡solo para que existiera un día!
No, no; el hombre fue creado para la inmortalidad.
Abraham Lincoln

 
Esta vida no es todo lo que hay.
 
La vida en la tierra es sólo el ensayo antes de la verdadera ceremonia. Usted pasará mucho más tiempo en el otro lado de la muerte -- en la eternidad -- que aquí. La tierra es sólo el escenario, la escuela preescolar, la prueba de preselección para su vida en la eternidad. Es el calentamiento antes del juego; es la vuelta de calentamiento que se hace antes de empezar
la carrera. Esta vida es una preparación para la próxima.
 
A lo más, vivirá cien años en la tierra, pero estará para siempre en la eternidad. Su  tiempo en la tierra es, como dijo Sir Thomas Browne, "nada más que un paréntesis de la eternidad." Usted fue hecho para existir para siempre.
 
La Biblia dice, "Dios ha... plantado la eternidad en el corazón humano." 1 Usted tiene un instinto natural que lo hace desear la inmortalidad. Esto es porque Dios lo diseñó, a su imagen, para vivir por la eternidad. Aunque sabemos que eventualmente todos moriremos, la muerte siempre parece ser anormal e injusta. La razón por la que pensamos que deberíamos de vivir para siempre ¡es porque Dios diseñó nuestros cerebros con ese deseo!
 
Un día su corazón dejará de latir. Ese será el fin de su cuerpo y de su tiempo en la tierra, pero no será el fin de usted. Su cuerpo terrenal es sólo una residencia temporal para su espíritu. La Biblia llama su cuerpo terrenal una "tienda de campaña", pero se refiere a su futuro cuerpo como una "casa". La Biblia dice, "Cuando esta tienda de campaña en la que vivimos -- nuestro cuerpo aquí en la tierra -- sea demolida, Dios tendrá una casa en el cielo para nosotros en la cual viviremos, un hogar que él mismo ha hecho, el cual durará para siempre." 2
 
Si bien vivir en la tierra nos ofrece muchas escogencias, la eternidad sólo nos ofrece dos: el cielo o el infierno. Su relación con Dios en la tierra determinará su relación con El en la eternidad. Si aprende a amar y a confiar en Jesús, el Hijo de Dios, será invitado a pasarel resto de la eternidad con El. Por otro lado, si rechaza su amor, su perdón y su salvación se pasará la eternidad separado de Dios para siempre.
 
C. S. Lewis dijo, "Hay dos clases de personas: aquellos que dicen a Dios, 'Hágase tu voluntad' y aquellos a quienes Dios les dice, 'Está bien entonces, que se haga lo que quieres.'" Desgraciadamente, mucha gente tendrá que soportar una eternidad sin Dios porque escogen vivir sin El aquí en la tierra.
 
Cuando comprenda plenamente que la vida es más que sólo el aquí y el ahora, y se dé  cuenta que la vida es sólo una preparación para la eternidad, entonces empezará a vivir diferente. Empezará a vivir a luz de la eternidad, y eso determinará como maneja cada relación, cada actividad y cada circunstancia. De pronto, muchas actividades, metas e incluso problemas  que le parecían ser tan importantes se le volverán triviales, insignificantes y hasta indignos de su atención. Cuanto más cerca viva de Dios, más pequeño le parecerá todo.
 
Cuando vive a luz de la eternidad, sus valores cambian. Usa su tiempo y su dinero con  más sabiduría. Le da mayor prioridad a sus relaciones y a su carácter que a la fama o las riquezas o a los logros e incluso que a su diversión. Sus prioridades son reorganizadas. Mantenerse al día con las novedades, las modas y los valores populares simplemente ya no le importan tanto. Pablo dijo, "Una vez pensé que todas estas cosas eran muy importantes, pero ahora las  considero sin valor debido a lo que Cristo ha hecho." 3
 
Si su tiempo en la tierra fuese todo de lo que consiste su vida, le sugeriría que empezara a gozarla a lo máximo inmediatamente. Podría olvidarse de ser bueno y ético, y no tendría  que preocuparse de ninguna de las consecuencias de sus acciones. Podría dedicarse a ser totalmente egoísta porque sus acciones no tendrían ninguna repercusión a largo plazo. Pero -- y esto es lo que hace toda la diferencia -- ¡cuando muera no dejará de existir! La muerte no es su terminación sino que es su transición a la eternidad y por lo tanto hay consecuencias eternas de todo lo que hace en la tierra. Cada acto de nuestras vidas toca una cuerda que vibrará en la eternidad.
 
El aspecto más nocivo de la vida contemporánea es que sólo se piensa a corto plazo. Para sacar el máximo provecho de su vida, tiene que mantener continuamente la visión de la eternidad en su mente y el valor de la eternidad en su corazón. ¡La vida es mucho más que el aquí y el ahora! El hoy es sólo la punta visible del témpano. La eternidad es todo el resto de la vida que no ve debajo de la superficie.
 
¿Cómo será estar en la eternidad con Dios? Francamente, la capacidad de nuestros cerebros no puede asimilar la maravilla y la grandeza del cielo. Sería como tratar de describir el Internet a una hormiga. Es fútil. Palabras no han sido inventadas que puedan hacer posible explicar la experiencia de la eternidad. La Biblia dice, "Ningún mero hombre jamás ha visto, oído o aún imaginado qué maravillosas que son las cosas que Dios tiene listas para aquellos que aman al Señor." 4
 
Sin embargo, Dios nos ha dado vislumbres de la eternidad en su Palabra. Sabemos que  en este momento Dios está preparando un hogar eterno para nosotros. En el cielo nos reuniremos con nuestros seres amados que fueron creyentes, estaremos libres de todo dolor y sufrimiento, seremos recompensados por nuestra fidelidad en la tierra y se nos será asignado  trabajo que nos deleitará hacer. ¡No estaremos acostados en nubes, con halos y tocando arpas!  Disfrutaremos de una comunión ininterrumpida con Dios, y El disfrutará de nosotros por un para siempre sin límites y sin fin. Un día Jesús dirá, "Vengan ustedes que son bendecidos por mi  Padre; tomen su herencia, el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo." 5
 
C. S. Lewis captó el concepto de la eternidad en la última página de The Chronicles of  Narnia (Las Crónicas de Narnia), su serie de siete libros de ficción para niños: "Para nosotros  este es el fin de todas las historias... pero para ellos era sólo el comienzo de la verdadera historia. En este mundo, la vida entera de ellos había sido solamente la cubierta y la página del  título: ahora, por fin, estaban comenzando el Capítulo Uno de La Gran Historia, la cual nadie  en la tierra ha leído, la cual continúa para siempre y en la cual cada capítulo es mejor que el anterior." 6
 
Dios tiene un propósito para su vida en la tierra, pero éste no acaba aquí. Su plan consiste en mucho más que las pocas décadas que pasará aquí en este planeta. Es más que "la oportunidad de tu vida"; Dios le ofrece una oportunidad más allá de su vida. La Biblia dice que los planes de Dios "duran para siempre; sus propósitos permanecen eternamente." 7
 
La única vez que la mayoría de la gente piensa en la eternidad es en los funerales y aún entonces, por lo general, lo hacen de una manera superficial y sentimental, basada en la ignorancia. Puede que sienta que es mórbido pensar en la muerte, pero en realidad es dañino vivir en negación de la muerte y no considerar lo inevitable. 8 Sólo un tonto se pasa la vida sin prepararse para lo que todos sabemos que ocurrirá eventualmente. Necesita pensar más  en la eternidad, no menos. 
 
Así como los nueve meses que pasó en el vientre de su madre no eran un fin en sí mismo sino una reparación para la vida, así esta vida es una preparación para la próxima. Si tiene una relación con Dios a través de Jesús, no necesita temer a la muerte. Es la puerta a la eternidad. Será la última hora de su tiempo en la tierra, pero no será el final de usted. En lugar de ser el final de su vida, será la inauguración de su entrada a la vida eterna. La Biblia dice, "Este mundo no es nuestro hogar; estamos ansiosos de nuestro hogar eterno en el cielo." 9
 
Comparado con la eternidad, nuestro tiempo en la tierra es sólo un abrir y cerrar de ojos, pero sus consecuencias durarán para siempre. Las acciones de esta vida son el destino de la próxima. Deberíamos de estar "dándonos cuenta que cada momento que pasamos en estos cuerpos terrenales es tiempo que pasamos alejados de nuestro hogar eterno en el cielo con Jesús." 10
 
Hace años, un refrán popular animaba a la gente a vivir cada día como si fuera "el primer día del resto de tu vida." Pienso que sería más sabio vivir cada día como si fuera el último día de su vida. Matthew Henry dijo, "El objetivo de cada día debería de ser prepararnos para nuestro día final." 
 
 
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